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San Cristobal de las Casas Pueblo Mágico Chiapas


San Cristobal de las Casas Pueblo Mágico

San Cristóbal de Las Casas fue una de las primerasciudades construidas en la Norteamérica española. Es denominado pueblo mágico, aunque en realidad posee la cualidad de ciudad.
Por diversas razones, esta ciudad ha tenido cuando menos diez nombres diferentes, quedando finalmente el de "San Cristóbal" en honor al santo patrono de los viajeros, y "de las Casas" por fray Bartolomé de las Casas, que fue el primer obispo de la ciudad y luchó incansablemente para abolir la esclavitud de los indígenas, no sólo en esta región, sino en muchos otros puntos del nuevo mundo.
En esta Ciudad, una de las más bellas de México por su armónica composición urbana, podrá descubrir imponentes edificios religiosos como la Catedral o el Templo de Santo Domingo, revestidos con profusos detalles de estilo barroco y manufactura indígena, que perpetúan la herencia cultural de las etnias tzotziles, tzeltales y lacandones que residen en sus alrededores y de quienes también podrá observar exóticas colecciones de objetos de uso cotidiano, artesanías y piezas prehispánicas resguardadas en instituciones de amplia tradición antropológica y filantrópica como el Museo Na Bolom o el Centro Cultural de los Altos de Chiapas.
Si te están dando ganas de visitar esta ciudad, no se te olvide reservar tu hospedaje en uno de los hoteles de San Cristobal de Las Casas en línea para las mejores ofertas.
La comida de la región está compuesta principalmente por las carnes frías y los embutidos como el jamón serrano, la butifarra y la longaniza, de indiscutible origen español; además de platillos de origen indígena, como los tamales de azafrán, de yuyos o de dulce, los panes compuestos y la sopa de fiesta. Entre los dulces te recomendamos paladear los de chimbo, las frutas cristalizadas, las cocadas, los duraznos prensados y las cajetas.
Tambien pueden encontrar panes compuestos, chalupas, chiculguajes y patcitos. En cuanto a bebidas tradicionales puede disfrutar el atole agrio, de granillo, de masa o de leche; el tascalate o pozol, blanco o de cacao y las aguas de frutas; así como del tradicional café chiapaneco.

GASTRONOMÍA DE SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS PUEBLO MÁGICO

La a mayor parte de los establecimientos invitan a saborear los platillos tradicionales, consecuencia del encuentro de dos culturas: indígena y española. Ejemplo de esta podemos mencionar, los jamones y embutidos, parte sustancial de la cocina coleta, chalupas coletas, tamales de azafrán, sopa de pan asado coleta, atole de granillo y el posh que es una típica bebida de la región, que es considerada para los indígenas como sagrada.

No hay que olvidar que siendo San Cristóbal una ciudad muy atractiva para los visitantes de todas partes del mundo aquí también podemos encontrar una gran diversidad de platillos de talla internacional como son la comida italiana, tailandesa, hindú, china y la clásica vegetariana.

Pueblo mágico de estreno

DIOS DEL MAIZ.   Técnica: Papel recortado sobre amate blanco, calado, trenzado y grabado. 80CMS.X80CMS.
La Secretaría de Turismo incluyó en marzo, en su programa de Pueblos Mágicos, cuatro regiones que se distinguen del resto por su arquitectura, tradiciones, artesanías y un entorno natural irrepetible, entre las que se encuentra Pahuatlán.
Una de las actividades más importantes de Pahuatlán, incorporado a la lista de Pueblos Mágicos, el 23 de marzo, es la elaboración de papel amate.
La denominación de origen le pertenece a la comunidad de otomíes San Pablito, a ocho kilómetros. Es el papel más antiguo de México, hecho de la corteza jonote, del árbol chalama. Las artesanías que se elaboran con este material llegan a costar hasta 25 mil pesos.
También sobresale el trabajo de las comunidades de Xochimilco y Sacapeguaya (a 10 kilómetros), quienes crean bordados en chaquira. Una blusa bordada a lo largo de un mes y medio se vende en 3 mil pesos.
En el mismo municipio habita otra etnia, la nahual, dedicada a tejer blusas que no rebaban los 300 pesos. Viven en Xolotla, Atla y Atlatongo, a 200 kilómetros.
Pahuatlán también es una delicia gastronómica. 
Para comprobarlo debes probar el mole plano, que a diferencia del que se hace en la capital, tiene un sabor más picante.
Otro platillo típico son las hormigas asadas, sazonadas con chiltepín, un tipo de chile. Se consiguen en junio.
Gracias a su orografía, este municipio permite hacer senderismo, rappel, bicicleta de montaña y cabalgata.
El arte más popular de Puebla: su gastronomía

olla_mole_puebla / México Desconocido

Conoce los mejores lugares para disfrutar de la exquisita gastronomía del estado de Puebla, tanto en la capital como en la ciudad de Cholula. ¡Toma nota de ellos!

El arte dignifica a toda una nación, hasta en la cocina, y como muestra, dos excelsos platillos: los chiles en nogada y el mole poblano. Pero Puebla es mucho más, es por eso que pasamos un fin de semana literalmente delicioso rondando por la capital y por Cholula descubriendo sus centenarios e incomparables sabores.
“Cuenta la leyenda que cuando vieron las monjas que Sor María Ana de San José estaba afanosa moliendo el chile, en el metate, sus hermanas las monjas exclamaron admiradas al ver que manejaba muy bien el metlapil: ‘Ay hermana, que bien mole!’, en vez de ‘muele’. Y de ahí les vino la idea de ponerle ese nombre al platillo”, nos iba contando Alfredo Torres, cronista de la ciudad deCholula, quien fue nuestro amable y sabio guía en esta ruta gastronómica, mientras salíamos del hotel Casa Reyna para comenzar el recorrido. Por supuesto, salió al tema inmediatamente esta aromática salsa de color oscuro que tanto intriga e intimida a los turistas. “Es que es realmente extraño comer pollo bañado en una salsa negra”, nos dijo Guillermo, un argentino que encontramos afuera del hotel al que le hicimos plática. “Atrae como un platillo artesanal, pero cuando lo probé, aunque me gustó el extraño sabor, me picó tremendamente”, reímos Fernando y yo y se nos hizo muy comprensible, ya que en muchos otros países, incluida Argentina, lo más picante que tienen es la pimienta. Nos despedimos no sin antes animarlo a intentar de nuevo, pues estaba en el reino del mole.
Tomamos el auto para irnos directo a Cholula, la ciudad habitada más antigua de México (cerca de 2,500 años de ocupación ininterrumpida). Era importante hacer una visita al mercado Cosme del Razo para ver, tocar y oler todos y cada uno de los ingredientes esenciales del mole.

En la molienda

Lleva cuatro tipos de chile: chipotle meco, chipotle negro, mulato y pasilla. El meco es el más picante, por lo que es éste el que tiene que dosificarse, según se desee. Los demás ingredientes son uva pasa, almendra, nuez, cacahuate, canela, ajonjolí, plátano macho, chocolate, tortilla de maíz, ajo y cebolla. Después de comprar todo esto, nos acercamos a la zona de locales donde venden comida, precisamente a la Fonda La Violeta, de 60 años de antigüedad. Doña Porfiria Ortiz, propietaria y experta cocinera 100% poblana, nos recibió y nos expresó su alegría  por la visita de México desconocido. Fue al contrario, nosotros fuimos honrados con sus secretos culinarios. Inmediatamente acomodamos lo comprado y a la vez que nos iba contando cómo aprendieron de sus abuelas esta receta, iban friendo todo, incluso el plátano. Los aromas comenzaron a vagar por entre los pasillos del mercado, lo que nos animó aún más. De pronto llegó Blanca Mejía, una joven muy sonriente cargando un pesado metate. Era hora de moler todo y nosotros íbamos a ayudar. Nos acomodamos en el suelo y nos fueron pasando los ingredientes. Primero los chiles.
Se va agregando un poco de agua tibia para que la tarea sea menos difícil. Blanquita hacía que se viera fácil, pero una vez que fue nuestro turno, constatamos que no era así. Mover el metlapil tiene su chiste. Primero parecía que estábamos lavando ropa en una tarja, un desastre. Con paciencia, Blanquita  nos iba diciendo cómo mover únicamente las muñecas y sin darle la vuelta al metlapil, con mucha fuerza, se iban triturando y moliendo los ingredientes. Después el cacahuate, el ajonjolí, las uvas pasa, la canela. La pasta se iba formando. El aroma era penetrante y delicioso. Creo que fue en ese momento cuando caímos en la cuenta de por qué se vende en pasta. Cuando preguntamos por el chocolate, doña Porfiria nos dijo que ese no iba molido, que se agregaba hasta que se está sazonando, es decir, cuando lo ponen a hervir con caldo de pollo y se le va agregando el chocolate, según el gusto de cada quien. Ella lo sazona en una impresionante olla de barro al menos una hora y media. Por cierto, nunca nos dijo cuánto chocolate le ponía, y es que depende de la cantidad que se guise y bueno, también del toque personal que bien vale guardarse en secreto.
Después de moler un poco más de una hora y sólo una pequeña porción de los ingredientes, ya estábamos sudando y con las piernas entumidas. Blanquita nos contó que en su casa, cuando hay fiesta, sus hermanas  y amigas se reúnen en el patio a moler en el metate y así, platicando y riendo, se les hace menos pesada la tarea. Es un gusto que las nuevas generaciones sepan hacer el mole “como dios manda”, como dirían las abuelitas, pues vivir en Puebla y comprarlo en un supermercado, sería un sacrilegio.
Mientras nos hacían favor de empacarnos bien la pasta que logramos hacer, le echamos ojo a todo lo demás que prepararon en La Violeta para sus comensales: huazontles capeados con queso, que se sirven bañados con pipian, mole o guisado rojo; no faltaron en el menú los chiles poblanos rellenos también de queso, las tortas de papa, las patitas de puerco capeadas, entre otras cosas que se veían buenísimas. Por supuesto, no nos dejaron ir sin probar un buen plato de pollo con mole y arroz rojo, acompañado de tortillas hechas a mano.
Salimos felices de haber aprendido a usar el metate, el metlapil y lo mejor es que llevaríamos a casa el resultado de esta experiencia, una buena pasta del mejor mole del mundo.
Ya casi salíamos del mercado, cuando Alfredo nos recomendó hacer un alto en el local 60, en Cocina Tere, donde hacen unas gorditas rellenas de frijol molido con hoja de aguacate que son verdaderamente especiales. Le recomendamos acompañarlas de un champurrado.

El otro arte poblano

Como buen cholulense y cronista de la ciudad, Alfredo no nos dejó partir sin antes ver algunos de los principales puntos de interés de esta ciudad, aunque la verdad son tantos e importantes que hubiera sido bueno disponer de más de un día para ello. Pasamos al Convento de San Gabriel, la Capilla Real, admiramos de lejos la Gran Pirámide, en cuya cima está la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, la Parroquia de San Pedro y la Plaza de la Concordia, donde hicimos un alto para descansar y refrescarnos con unas bebidas, en uno de los restaurantes que está en los portales.
De regreso a la ciudad de Puebla, nos fuimos directo a el hotel Casa Reyna, buena idea, ya que nos dio oportunidad de disfrutarlo. Es una casa antigua remodelada y dispuesta para el auténtico goce del huésped. Todos los espacios y detalles son manejados con maestría, los muebles y la decoración es sobria y elegante. Por donde se mire, se topa con algún fino detalle en talavera. Pero el servicio destaca entre todo lo demás: realmente personalizado y no es un decir, te llaman por tu nombre y están al pendiente de todos tus deseos.

El centro y sus rincones deliciosos

La siguiente mañana la dedicamos al centro y a buscar, con ayuda del cronista, lugares representativos de la gastronomía poblana.
Comenzamos con un buen almuerzo, así que no había de otra, una cemita. Se desprendieron dos recomendaciones, una más tradicional, que es La Victoria, un pequeño local en la calle 6 Oriente que comenzó en el mercado hace ya unas décadas. Ahí preparan las auténticas de milanesa de res, pata, jamón y queso de puerco, chile relleno y el toque indispensable de pápalo y un chorrito de aceite de oliva. Del pan ni les hablamos, es el redondito y recién hecho. Otro lugar muy bueno, pero más nuevo es Cemitas El Carmen, en la Avenida Reforma 321. Ahí probamos una de chipotle relleno, muy buena, de 35 pesos. Buen precio si se piensa que cada cemita aquí pesa 3/4 de kilo. ¡Es una comida completa!
Más tarde, ya se nos antojaba algo dulce. La fama nacional de los dulces poblanos se debe a la exquisitez de sus recetas que fueron  extraídas de los conventos, entre ellos están el de Santa Clara, Santa Mónica y Santa Rosa.
Cuenta la leyenda que se abastecían de camotes que provenían de diferentes partes del estado. Todo comenzó con una travesura de una de las jóvenes monjas que arrojó un camote a un cazo vacío y le vertió azúcar, luego lo batió hasta hacer una pasta para fastidiar a la hermana que le tocaba lavar el utensilio y el traste. Al probar aquella pasta pegajosa, le gustó y así surgió el famoso dulce.
Por otro lado, en el libro La Dulcería en Puebla de Conaculta, se relata una leyenda sobre la creación de los famosos camotes poblanos en el convento deSanta Rosa de Lima, en el siglo XVIII. Se dice que fue una novicia de nombre Angelina, de apenas 13 años, la que creó las recetas para halagar al obispo don Manuel Fernández de Santa Cruz y Sahagún, que visitaría el convento. Las monjas recibían muchas donaciones de camotes y los comían mañana, tarde y noche. Como estaban aburridas de tanto comerlo, les pareció una locura el ofrecimiento de la novicia de preparar un dulce con camotes, pero ante su insistencia, cedieron y el resto es historia.
Alfredo nos llevó a la calle principal de los dulces, la 6 Oriente. Entramos a La Central y probamos los típicos polvorones, suspiros de monja, muñecos de almendra, caracoles, gaznates, viznagas y borrachitos (envinados con tequila o rompope y espolvoreados de azúcar). Otra especialidad es el dulce alfeñique, una pasta de azúcar con almendras y de excelente blancura. Lastortitas de Santa Clara son deliciosas galletas glaseadas con dulce de pepita. También venden turrón de cacahuate, compotas, mermeladas y muy buen mole, elaborado con más de 32 ingredientes.

Otro protagonista: el chile en nogada

Aunque no era tiempo de nuez de castilla ni de granada, Alfredo consiguió que no nos fuéramos sin probar un buen chile. Nos llevó a El Ranchito, que desde 1953 prometen tener todo el año este finísimo platillo, poseedor del cuarto lugar de nuestro Concurso 10 Maravillas Gastronómicas. Así que ya lo sabes, no importa la época del año, no dejarás tierras poblanas sin degustar el auténtico chile en nogada.
Por la tarde fuimos al Zócalo y al Ayuntamiento, a la Catedral, a la Capilla del Rosario y visitamos al veneradísimo Señor de las Maravillas en eltemplo de Santa Mónica (el turismo religioso ha sido muy importante en todo el estado). Antes de irnos a cenar, nos paramos en la legendaria cantina La Pasita por un aperitivo. Todos son muy originales y se sirven en pequeñas copitas, tipo tequileras. Me llamó la atención el licor con nombre “China poblana”, que es un licor de zarzamora con jamaica, rompope y licor de menta. Un poco dulce, pero muy bueno. Ya para terminar nuestra visita, fuimos a cenar a Mi Ciudad para conocer lo que hay en las cartas de los restaurantes contemporáneos. Encontramos ideas muy novedosas como el chile ancho relleno de queso manchego, grano de elote y calabacita, envuelto en hojaldre, servido en un espejo de salsa de frijol y salsa de chile poblano; también hacen la llamada pechuga del convento, rellena de nuez tostada y arroz, aromatizada con especias, vino blanco, mole y plátanos fritos. El ambiente es agradable y la atención es esmerada, estuvimos muy a gusto.
Definitivamente los poblanos son ganadores, en su arte, en la arquitectura, en su impresionante naturaleza, pero en su gastronomía no tienen igual, por algo nos representan con sus platillos en todo el mundo.
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Xicotepec Pueblo Magico Puebla


Xicotepec Pueblo Magico

Xicotepec es uno de los 217 municipios de Puebla, en La República Mexicana.Desde el 30 de Noviembre de 2012, es uno de los 83 Pueblos Mágicos de México.
Hacia el año 300 a.c. fueron los Otomies quienes asentaron un primer complejo humano en lo que hoy es Xicotepec. Para el siglo V los Totonacas hicieron lo mismo, así como guerreros Nonoalcas y Acolhuas. Hacia el cuarto mes del año 1120, los Totonacas, quienes dominaban el altiplano, fueron conquistados por los Toltecas, siendo Huemac el primer gobernante de estas tierras. Alrededor del 1325, los Acolhuas se rebelan y toman el control de la región. Para 1432, Netzahualcoyotl, Príncipe de Texcoco y Gobernante del Señorio asentado en Xicotepec, designa a Quetzalpatzin Gobernante supremo hasta 1486, quien, tras el paso de Ahuitzotl, rey del imperio Tenochca, pacta con Cipactli la formación del verdadero Señorio de Xicotepec. Al igual que los demás señoríos sojuzgados a un reino, la llegada de los Agustinos en 1535 trae lo que se considera la debacle de Xicotepec y es, bajo la dominación española, que el día 1 de enero de 1570 se funda el Xicotepec colonial. Con la llegada a Xicotepec del grupo de frailes Agustinos que venían evangelizar la región se modificaron gran parte de las costumbres y tradiciones. Afines al movimiento católico español, los frailes implantaron la religión católica como oficial la cual, con el paso del tiempo, sustituyo casi por completo las antiguas creencias religiosas. Un ejemplo de ello, es la modificación de la Fiesta del 5° Sol -en la cual se veneraban a varios dioses- por la de San Juan Bautista que coincide con el día de fiesta del 24 de junio.En 2012 nombraron a Xicotepec como pueblo magico por el c.Rafael Moreno Valle Rosas gobernador del estado de Puebla.

GASTRONOMÍA

Xicotepec cuenta con una amplia variedad de platillos típicos, los más populares son los llamados "antojitos", que son las gorditas, molotes, tostadas y enchiladas. Engañosamente tienen nombres comunes en todo el estado de puebla, pero una característica que los distingue es el tamaño, pues aunque en varias partes del estado se comen molotes, los de este municipio son pequeños, prácticamente del tamaño de un bocado, además de que su único relleno es de un guisado hecho con pollo y jitomate (comúnmente conocido como tinga), y lo mismo sucede con las gorditas, las cuales son elaboradas a base de masa con frijoles refritos y posteriormente fritas en aceite. Ambos se sirven bañados de una salsa o más bien una especie de caldillo picosito, ya sea rojo o verde, acompañados de lechuga, y queso desmenuzado. En el caso de las tostadas, éstas solo se preparan con frijoles, lechuga, el mismo tipo de salsa ya mencionado, no se les suele poner carne, ni crema. Todos estos son platillos que podemos encontrar en las típicas "cenadurías" dónde son servidos por "órdenes" que incluyen seis molotes o gorditas, y como el nombre de estos establecimientos lo indican, generalmente estos antojitos se degustan en la noche.

Cuetzalan Pueblo Mágico Puebla



Cuetzalan Pueblo Mágico

Se dice que el nombre original de Cuetzalan era Quetzalan, es decir, "lugar donde abundan los quetzales"; aunque la acepción para Cuetzalan es "manojo de plumas rojas con puntas azules preciosas sobre dos dientes", término asociado con el tributo que hacia el pueblo de Cuetzalan al imperio Tenochca.


GASTRONOMÍA EN CUETZALAN PUEBLO MÁGICO

En Cuetzalan existe una amplia variedad de platillos que tienen su origen en la combinación de elementos españoles e indígenas. Así, cualquiera que visita Cuetzalan podrá deleitarse con un buen plato de cecina ahumada con tlayoyos y hongos, acompañados con un vino de maracuyá o yolixpan, así como de un buen café y de postre una gran variedad de dulces tradicionales, el pan de rodeo o una rica fruta como la macadamia o el maracuya.